De nueva cuenta con motivo del Día del Orgullo Gay, las calles de Guadalajara se pintaron de banderas de arcoíris con miles de personas de todas las edades integrantes de las diversidades sexuales que salieron a marchar por una sociedad que no discrimine.
“Y aunque no les guste estamos en todas partes, somos su familia, su compañero de estudios y trabajo, su dentista, abogado, maestro, somos parte de su comunidad, nuestro lema 2023 es todos los colores todas las identidades porque hablamos de inclusión de todas, todos y todes.”
Ni el intenso calor detuvo la fiesta, luciendo llamativos atuendos, desde las drags, los furros que se disfrazan de animales, los que bailaron con poca, muy poca ropa, los vaqueros, los barbones, los trans, las lesbianas y muchos más, caminaron bajo el inclemente sol desde la Glorieta de La Minerva hasta la Plaza de la Liberación.
A su paso sobre avenida Hidalgo muchos salieron a saludarles y aplaudirles, pusieron banderas de arcoíris en sus casas o negocios, regalaron agua, condones, y publicaron ofertas para los integrantes de la comunidad LGBT en Guadalajara.
Parejas enamoradas, grupos de amigos, mamás con sus hijos, abuelos, algunos con sus mascotas, gritaron que Jalisco es diverso y debe ser más incluyente.
Al frente de la marcha iban los organizadores, les seguía un grupo de integrantes de las comunidades wixárikas y después el contingente de familiares de personas desaparecidas, más atrás el ballet folclórico y casi el final, pero más aplaudidos, vistosos y ruidosos los carros alegóricos, donde bailaban los muchachos y muchachas, uno con temática vaquera, otro con reinas y sirenas.
La marcha concluyó en la Plaza Liberación donde los esperaba una fiesta musical y aunque el evento dejó mucha basura y estuvo muy vigilado por policías estatales y municipales todo indica que no se registraron incidentes graves.
Haremy Reyes.