• Vie. Nov 22nd, 2024

Por Elizabeth Rivera Avelar

Transportistas que colocaron mantas en diversos puntos del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) para inconformarse por la falta de pago del dinero que se recauda por el cobro con tarjeta electrónica del pasaje transporte público y del subsidio manifestaron que demandan un alza de la tarifa a por lo menos $12.50. Advierten que, de no recibir una respuesta favorable, podrían llevar a cabo un paro de actividades.

“Sí, mira, principalmente lo que se debe, la pega de esas lonas es la falta de pago que nos está causando serios problemas con los proveedores en llantas, diésel y todo lo relacionado con el mantenimiento de los camiones. Entonces eso, una cosa lleva a la otra. Prácticamente, pues estamos a punto de parar operaciones por lo mismo. Y a través de estas mantas expresamos nuestra inquietud de que estamos teniendo urgentemente un ajuste en la tarifa y el pago inmediato del prepago. La verdad es que la situación actual es insostenible. Yo creo que varias rutas ya están parando por lo mismo”, manifestó.

Las mantas se colocaron en puntos estratégicos como el Periférico Norte a la altura del CUCEA, el ingreso a Tabachines, la colonia Rancho Nuevo (cerca de la Calzada Independencia) y la colonia Jalisco en Tonalá.

En una entrevista con un transportista afectado, se detalló la grave situación económica que enfrentan. Los proveedores de diésel y mantenimiento no esperan a que el pago del recaudo atrasado llegue, generando una cadena de problemas: algunos transportistas aún deben mensualidades de los camiones, lo que agrava su situación financiera. Manifestaron que el actual modelo de prepago, establecido por el gobierno estatal, muestra claras deficiencias: los pagos se difieren y no se entregan a tiempo, afectando la operatividad de las rutas.

El transportista, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, explicó que el sistema de cobro con tarjeta o prepago no se distribuye inmediatamente. Por esta razón, muchos operadores no logran cubrir sus gastos y proveedores. La situación no es exclusiva de ciertas rutas; toda la zona metropolitana sufre las mismas consecuencias, con algunos casos más pronunciados como el de Tlajomulco, donde la falta de equipos de prepago implicó la salida de circulación de varias rutas.

Los concesionarios argumentan que este problema podría haberse evitado si les permitieran administrar sus propios recursos. Las constantes demoras en los pagos, que llegan a retrasarse hasta cinco meses, resultan en que muchas unidades detengan sus operaciones o aumenten significativamente los tiempos de espera entre servicios. La situación es tan crítica que ya hay rutas desaparecidas o con frecuencia operativa reducida a una hora en la periferia.

A pesar de haber expresado su situación al gobierno del estado de Jalisco y a la Secretaría de Transporte (Setran), las respuestas han sido insuficientes. Los transportistas hacen un llamado urgente a las autoridades para que escuchen sus demandas y permitan la continuidad del servicio, que es vital para los ciudadanos. 

Finalmente, los transportistas advirtieron que, de no resolverse su situación, procederán con un paro de actividades, probablemente después de las elecciones, para evitar la politización del asunto. La urgencia de sus demandas radica en la inoperancia y la insostenibilidad del sistema actual, que pone en riesgo tanto a usuarios como a los propios operadores.

Por Elizabeth Rivera Avelar

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