Por Rodrigo Rivas
Los aranceles planteados por Donald Trump son una moneda de cambio para presionar en la negociación de otros temas como la seguridad, migración y el fentanilo; destacó Marcela López Vallejo Olvera, investigadora del Centro de Estudios sobre América del Norte de la Universidad de Guadalajara.
“De poner los aranceles, parece ser que son un punto de negociación, recordemos que Trump es un negociador, a eso se dedica. La primera opción es poner 25% de aranceles a México y a Canadá, con eso pues el tratado de libre comercio tendería a morir pronto. Sin embargo, hay otra opción poner un poquito menos de aranceles y empezar a negociar, en tanto se vinculan con otros temas como migración y en el caso de México fentanilo”, explicó.
Sobre la respuesta que ha dado la presidenta de México Claudia Sheinbaum a los amagos de Trump, la académica refirió que México no tiene la capacidad de controlar al mandatario estadounidense, pero podría buscar alianzas con grupos con intereses afines a las causas mexicanas para tratar de influir en Washington destacando los beneficios comunes e integración de las economías de ambos países.
La investigadora destacó que imponer aranceles de 25% a las exportaciones mexicanas acabaría con el tratado de Libre Comercio de Norteamérica que se renegoció durante la pasada administración de Trump. Mientras que en México 80% de sus exportaciones son a Estados Unidos, los estadounidenses exportan al mercado mexicano 25% de su producción.