Por Rodrigo Rivas
Que México sea el segundo país del mundo con mayor captación de remesas es muestra de la incapacidad económica nacional para tener el empleo suficiente que evite la migración de su población, argumentó Rafael Salvador Espinosa, académico del departamento de economía de la Universidad de Guadalajara; subrayó que los efectos negativos de las medidas que se apliquen en la administración el presidente estadounidense, Donald Trump, afectarán más a quienes dependen del envío de dólares.
“Las remesas no son deseables, un país con remesas habla acerca de su incapacidad económica para poder tener el empleo suficiente para su gente; por eso es como el esposo tóxico que es buen proveedor, quiero estar, pero no quiero estar, quiero tener remesas, pero ojalá no se fueran los migrantes; es una comparación. Remesas, no es síntoma de una economía sana, es el síntoma de una economía que tiene carencias fuertes”, explicó.
Se calcula que 4.9 millones de hogares reciben remesas, 12.3% de los adultos del país reciben apoyo por esa vía.
Los recursos que llegan vía remesas se destinan principalmente al consumo como la alimentos y vestido. Otros usos fueron para liquidar deudas, hacer obras para mejorar viviendas, pagar colegiaturas, comprar material educativo y cubrir la renta de casas; entre otros.
En noviembre 2024 el poder adquisitivo de las remesas creció 23.89% debido a la depreciación del peso. En promedio los envíos son de 380 a 410 dólares, las remesas reducen la pobreza e incrementan el consumo en los hogares del país.