El nearshoring, que es como se conoce a la tendencia de las industrias trasnacionales a instalar sus líneas de producción en países cercanos a sus sedes principales para reducir costos, entre otras razones, es una gran oportunidad para el crecimiento de la economía mexicana, al menos durante la próxima década.
Así lo explicó el especialista en Comercio Exterior del ITESO, Sergio Ríos Martínez, al asegurar que México tiene las condiciones óptimas para aprovechar esta relocalización industrial.
“Tenemos mayor apertura comercial, una estructura económica mucho más diversificada y gente mucho más preparada, esto que se viene es un tsunami y ésta es la década de México”.
En el caso de Jalisco, tiene varias ventajas para aprovechar el nearshoring: sus industrias exportan a 181 países, tiene un sector electrónico consolidado con más de 60 años de experiencia, se gradúan 9 mil ingenieros al semestre y las operaciones del Aeropuerto de Guadalajara han crecido al punto en que es el aeropuerto con más vuelos de carga del país.
Sin embargo, el estado tiene dos problemas: carece de suficientes parques industriales para atraer a las empresas y también es afectado por la inseguridad pública.
El especialista advirtió que la inseguridad pública, el abastecimiento de energía y la corrupción en los trámites gubernamentales son algunos de los principales obstáculos que pueden hacer que México desaproveche la oportunidad que representa el nearshoring.
“El inversionista minimiza la parte política, que posiblemente tenga un costo, pero es la parte económica la que ve con mucho entusiasmo”, apuntó Ríos.
Agregó que, según proyecciones, México será la octava mayor economía del mundo en 2050. Actualmente el país ocupa el puesto 15, además tiene acuerdos de libre comercio con 51 países, entre ellos el T-MEC, o tratado con Estados Unidos y Canadá.
A ello hay que agregar que México es el cuarto exportador mundial de vehículos ligeros, el principal fabricante de pantallas planas en el mundo y el sexto proveedor de la industria aeroespacial de Estados Unidos.
El exfuncionario del extinto fideicomiso ProMéxico afirmó que la seguridad pública es un foco rojo en varios estados de la república, lo que podría detener el desarrollo económico prometido por esta oportunidad.
Otro punto en el que se debe trabajar es que las universidades capaciten mejor a sus estudiantes en contenidos que se actualicen permanentemente. “Muchas veces, el problema es que una universidad tiene programas de cinco años, pero de lo que no se dan cuenta es de que en ese tiempo el mundo cambió”, dijo.
Un tercer reto es la política energética del actual gobierno federal, que ha limitado el autoabastecimiento y ha dejado sin energía a zonas como los parques eólicos de Querétaro. También falta agua en algunos sectores del país.
HAREMY REYES