Por Haremy Reyes
El festival por el Día de Muertos en el Pueblo Mágico de San Pedro Tlaquepaque titulado Tradición Viva superó las expectativas recibiendo a más de 300 mil personas que han podido disfrutar los desfiles, procesiones y altares, sobre el reto que representó montar la ofrenda más grande del mundo, habló el presidente de Destino Tlaquepaque A.C., Andrés Álvarez Maxemin.
“La verdad es que es un reto compartido. Esto se logró gracias a la participación de todos los empresarios, a todas las horas hombre, porque lo más complicado no es conseguir el recurso, sino el tema, ¿no? Las 15 mil 120 horas hombres previo al arranque de operación, las 22 horas para terminar el proyecto sin que la gente se venga abajo, el montaje de 22 horas. La verdad es que todo fue gracias al equipo y a la visión, porque queremos demostrar al mundo que Tlaquepaque existe y que es uno de los mejores lugares para vacacionar del mundo”.
Este festival se celebra en el corazón del Pueblo Mágico desde el 27 de octubre y hasta el 3 de noviembre, generando una derrama económica cercana a los 100 millones de pesos en un evento organizado por el Ayuntamiento de San Pedro Tlaquepaque, liderado por la presidenta Laura Imelda Pérez Segura, junto con asociaciones civiles como Destino Tlaquepaque.
El festival llenó las calles de Tlaquepaque con desfiles, procesiones y altares monumentales, entre ellos un altar de mil 811 metros cuadrados, que se instaló en la emblemática calle Juárez. Este altar fue reconocido como el más grande del mundo, superando el récord anterior en Veracruz. La obra, que requirió más de mil 500 horas de trabajo y la dedicación de 120 voluntarios, representó un homenaje visual a la identidad mexicana.
“Para nuestra comunidad, el Día de Muertos es una oportunidad para revivir tradiciones arraigadas desde tiempos prehispánicos. Este festival comenzó hace 14 años con el objetivo de celebrar nuestra cultura y ofrecer una alternativa auténtica a la festividad de Halloween, convirtiendo a Tlaquepaque en pionero en darle un toque artístico y único a esta fecha. Uno de los elementos más destacados fue la icónica Novia Catrina, un personaje emblemático del festival que ahora tiene su réplica en una figura de Barbie, un símbolo del reconocimiento mundial a esta celebración”.
La colaboración de los más de 100 locales gastronómicos y 80 galerías de arte impulsó el ambiente cultural, en el que el público disfrutó de comida típica mexicana, obras de arte, y actividades que exaltaban la tradición del Día de Muertos. Además, el camino a Mictlán, diseñado por la arquitecta Liliana Balbuena, recreó las nueve etapas que, según la cosmovisión mexicana, recorren los difuntos, ofreciendo una experiencia simbólica que permitió a los asistentes conectar con esta creencia ancestral.
Lorenzo Bailón Fonseca, Notario Público, dio fe de los hechos y autenticó la instalación del altar monumental, corroborando su tamaño récord y su importancia cultural. “Este altar representa no solo la tradición, sino el compromiso de Tlaquepaque de preservar y enaltecer nuestras raíces,” afirmó.
