El arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, dedicó la misa que encabezó está mañana en El Santuario de la virgen de Guadalupe, ubicado en el Centro la Perla Tapatía, a las madres buscadoras que tienen a un hijo desaparecido. Aseguró que la virgen entiende su dolor y está de su lado.
“María quiere enjugar las lágrimas de todos los que sufren, de manera muy especial de aquellas madres que lloran día y noche, a diario lloran la desaparición de sus hijos y causada por los mismos hermanos. María llora con las madres que han perdido a sus hijos y María quieren enjugar las lágrimas de todas las madres que lloran”, expresó.
El Cardenal de Guadalajara recordó las palabras de la Virgen de Guadalupe pronunciadas en el cerrito del Tepeyac, dirigidas a Juan Diego, “que no estoy yo aquí que soy tu madre, que no estás tú en mi regazo, qué no soy yo la causa de tus alegrías”, aseveró que estas palabras son actuales y aplican para todos.
El cardenal ofició la misa de las 10:00 de la mañana en El Santuario, templo que a esa hora lució lleno pero no al nivel de la época de la prepandemia. Por la tarde, como es habitual, hubo una gran afluencia de personas.
Robles Robles Ortega aseguró que la Virgen de Guadalupe vino a ser una fusión de fraternidad de reconocimiento y de respeto entre los hombres.
El cardenal aseguró que actualmente la preocupación de María sigue siendo la misma que en 1531, cuando se apareció en el Cerro del Tepeyac, ya que siente compasión de todos los que “están sufriendo por distintas y diversas causas, a veces causas de verdadera injusticia, cometidas por sus mismos hermanos”.
Aseguró que la virgen no quiere la guerra, quiere que se recobre la conciencia de ser verdaderos hijos de reconciliación.
Elizabeth Rivera Avelar