La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) abrió este jueves un acta de investigación y una queja de oficio, por el caso del doble feminicidio ocurrido en la Agencia del Ministerio Público de Poncitlán. Emitió medidas cautelares sobre la investigación de los dos asesinatos y para la atención de los dos hijos de la joven, Alondra Franco Tinoco, que son menores de edad, informó la Quinta Visitadora General de la institución, Mariana Sophía Márquez Laureano.
“Que se verifique si hubiera niños en su adolescentes en condición de orfandad y de ser legalmente procedente, se les proporcionan los beneficios del programa de Apoyo Económico para las Hijas e Hijos de Mujeres Víctimas de Feminicidios, también está dirigido a la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes del Estado, donde se le solicita realizar las gestiones necesarias, para que en caso de haber niños o adolescentes en condición de orfandad, la autoridad competente puede autorizar que convivan juntos, y que queden bajo el resguardo y custodia de ascendientes o parientes maternos con quien se estén ligados de manera afectiva”, expresó la funcionaria de la CEDHJ.
Sin embargo, las autoridades de la Comisión no mencionaron nada de que hayan solicitado que se investiguen las probables omisiones y negligencias de servidores públicos de la Agencia del Ministerio Público o de la Fiscalía del Estado de Jalisco, por la falta de aplicación de protocolos y medidas de seguridad que dejaron en la indefensión a las víctimas.
La defensoría pública únicamente solicitó a la FGEJ que revisen los protocolos de seguridad que deben de existir en las diferentes agencias del Ministerio Público, “precisamente para poder salvaguardar la integridad de las usuarias y los usuarios que acuden a estas instancias”.
La CEDHJ pidió que el caso se continúe investigando bajo el protocolo de feminicidio y que la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas aplique el modelo integral de atención, que proporcione ayuda inmediata y reparación integral de las víctimas indirectas del doble feminicidio.
Elizabeth Rivera Avelar