Ante los recientes hechos de violencia, como los jóvenes del call center desaparecidos y asesinados, o el padre de familia que le quitó la vida a sus hijos, y una sociedad llena de incertidumbre, el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega dijo que es resultado de un largo periodo de descomposición social.
“Es una descomposición que viene de lejos, no es que comience con estos dos acontecimientos violentos que hemos visto de padres a hijos o de hijos a padres, y es un llamado a todos, pero especialmente a nuestras autoridades que deben de favorecer normas, leyes, convenios, para que la familia tenga las garantías de ser una institución de formación de ciudadanos para la paz y no para la violencia, las autoridades tienen una tarea pendiente con la familia.
Al dar continuidad a las jornadas de oración por la pacificación del país y por encontrar a los miles de personas desaparecidas, Robles Ortega insistió en que todos somos parte del problema y de la solución, pero principalmente las autoridades quienes están en deuda con las familias mexicanas.
El prelado insistió en que mientras la delincuencia prevalezca va a ser complicado encontrar una solución, por ello es necesario cerrarle las puertas en la sociedad, en las comunidades, en los pueblos, no permitirles negocios ni acuerdos para que no sigan haciendo daño.
A quienes se dedican a las actividades ilícitas que le han hecho tanto daño a México solo por su ambición, Robles Ortega les dijo que están a tiempo de renunciar a esa cultura de la muerte, la destrucción y violencia que han sembrado entre los mexicanos.
Haremy Reyes.