Cerca de 350 personas, entre adultos y niños usuarias y usuarios del Centro de Autismo y Discapacidad Intelectual pudieron disfrutar de la experiencia inmersiva en el arte de Leonardo Da Vinci, la directora de Centros de Inclusión del DIF Guadalajara, María Flores Aceves explicó que la plaza que alberga esta atracción los invitó e incluso realizó los ajustes necesarios para que la luz o el sonido no genere ansiedad entre los menores.
“Todas nuestras personas con discapacidad independientemente de los retos es muy importante que puedan ser incluidos en este tipo de exposiciones para todo el público, porque creo que estamos hablando de inclusión, tenemos perfiles sensoriales muy diversos, habrá chicos que sensorialmente sea muy invasivo y habrá otros que sea muy estimulante, sin embargo, no lo vamos a saber hasta que el chico pueda estará dentro de este espacio, se nos permitió hacer adecuaciones a esta galería, es decir, se bajó el tono de la música, también se subió un poquito el tono de la luz para evitar que algunos perfiles que tuvieran esta integración sensorial un poquito desintegrada pudieran tener acceso.”
DIF Guadalajara da recorrido a niñas y niños autistas
Actividades de la vida cotidiana que para la mayoría de nosotros son muy normales como ir al cine, a un concierto, a una galería de arte, un restaurante, se puede convertir en una gran complicación para quienes viven dentro de las neurodiversidades, por ello el DIF Guadalajara llevó a varios grupos de niñas, niños y adolescentes con trastorno del espectro autista o discapacidad intelectual a la experiencia inmersiva de Leonardo Da Vinci, sobre cómo se sintieron explicó Paula Rodríguez, mamá de un niño de 6 años con autismo quien pidió más lugares adecuados para ellas y ellos.
“Pues justo actividades al aire libre, en plazas, porque a él la gente, o cuando hay muchas personas, suele sentirse nervioso, entonces creo que actividades dentro de plazas, de parques, por ejemplo, el cine, es algo que a mi hijo le gusta mucho, pero por el sonido o porque no hay espacios entre la película, le cuesta trabajo quedarse quieto, sobre todo en lugares de comida, nos ha tocado que Paulo se desespera después de cierto tiempo, y si él acabó de comer, como que da por hecho, ya acabamos, ya nos vamos, y si nos quedamos un tiempo más y le explicamos, ha pasado que llore, que se estrese o que tenga alguna crisis, y sí, que las personas nos vean feo o incluso que nos digan como: ¡ay, qué berrinchudo!, cuando no saben que mi hijo está dentro de una condición.”
Tanto para padres de familia como para terapeutas, el integrar a estas niñas, niños y adolescentes a una actividad que suele ser exclusiva para neurotípicos es un gran reto y aprendizaje, porque pueden descubrir nuevas reacciones a este tipo de estimulación sensorial, que sea mejor de lo esperado, y abrir la puerta para que más espacios, más museos, más galerías, realicen ajustes e inviten a quienes pertenecen al mundo de la neurodiversidad.
Haremy Reyes.