• Dom. Ago 25th, 2024

Un hombre que disfrutaba de sus amigos, los caballos, la charrería y la cercanía con su familia, así describió Alfaro a su padre durante el homenaje póstumo

Por Elizabeth Rivera Avelar

Como un hombre que disfrutó a sus amigos, que siempre estuvo cerca de su familia, que gustaba de los caballos y la charrería y de estar en su rancho, así describió el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, a su padre Enrique Javier Alfaro Anguiano, quien este miércoles recibió un homenaje de cuerpo presente en el Paraninfo Enrique Díaz de León.

En el mismo edificio donde él lo visitaba en su oficina cuando dirigía la Universidad de Guadalajara (UdeG), la cual dijo fue su casa y la Universidad que le permitió hacer más de lo que le tocaba en la vida.

“Al final, fue un hombre que vivió a tope, un hombre que decidió hacer algo con su vida, que decidió no resignarse a lo que a lo mejor a él le tocaba y que demostró con hechos, con valentía, con congruencia, que cuando se defienden las convicciones, que cuando se lucha por lo que uno cree, al final la gente te lo reconoce y yo sé que mi padre tendrá el cariño de la comunidad universitaria siempre y por eso, gracias jefe, de corazón”, manifestó con la voz quebrada.

Alfaro Ramírez encabezó la guardia de honor efectuada por la familia Alfaro Ramírez y Alfaro Anguiano y después, en su discurso, recordó con sentimiento las visitas a la Universidad durante la gestión de su padre.

“Este lugar siempre me ha impresionado muchísimo. Cada vez que tengo la oportunidad de estar aquí, recuerdo cuando venía con mi padre. El Paraninfo me impone, pero también me llena de alegría porque aquí está el legado de mi padre”, expresó Alfaro Ramírez.

Durante su intervención, el Gobernador agradeció al Rector General, Ricardo Villanueva Lomelí, y a toda la comunidad universitaria por el homenaje y por el apoyo brindado a su familia. “Gracias, rector, por recibirnos hoy, a ti y a toda la comunidad universitaria, por tus palabras y tu mensaje”, mencionó.

Durante su discurso, en el que varias veces se le quebró la voz, Alfaro Ramírez mencionó que su padre llevó una vida dedicada a la educación y a la defensa de los valores universitarios.

Enrique Alfaro también recordó las pláticas con su hija, Sofía, sobre los recuerdos de su infancia en el Paraninfo y cómo la Universidad de Guadalajara fue una segunda casa para su padre. “Esta universidad le dio la oportunidad de trascender y demostrar su liderazgo. Nunca olvidaré la sensación de leer los documentos guardados por mi madre sobre la trayectoria de mi papá”, compartió.

El discurso concluyó con el reconocimiento a la trayectoria de su progenitor, recordando que fue presidente de la sociedad de alumnos en la secundaria Febres Cordero, en la Vocacional, en la facultad de derecho y de la FEG, hasta llegar a Rector General de la UdeG.

“En tiempos muy difíciles, porque además le tocó ver cómo mataron a muchos de sus amigos en un momento muy violento de la vida universitaria y de la vida del país, de la vida política del país. Siempre me costó trabajo entender por qué, cuando tuvo la oportunidad, -porque eran otros tiempos y así funcionaban las cosas-, de haber sido diputado o senador, nunca aceptó otra trinchera política que no fuera su Universidad. Desde abajo, desde secretario y director de su prepa, hasta ser Rector de la Universidad de todos los jaliscienses”, puntualizó.

El mandatario jalisciense subrayó que su padre demostró en todo momento su compromiso con la educación laica, gratuita y la defensa de la autonomía universitaria.

Por Elizabeth Rivera Avelar

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