Un ambiente festivo y de alegría se vivió la mañana de este domingo en el Santuario de los Mártires Mexicanos por la ceremonia de ordenamiento de 30 nuevos sacerdotes.
Ante un recinto completamente lleno, sobre todo de familiares de los nuevos clérigos, el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, hizo un llamado a que sean conscientes de su gran misión y no se permitan perder la brújula de sus responsabilidades.
“Muchas veces vemos sacerdotes que reconocen y aceptan que el Jesucristo los invita, los llama, que el Espíritu Santo los unge para que sean toda la vida, toda la vida, todos los días, presencia y testigos de Jesucristo vivo y presente en medio de su pueblo, pero hay sacerdotes que conscientes de esta identidad y conscientes de esa misión para toda la vida, muy pronto comienzan a hacerle como ajustes a esta vocación, a esta identidad, a esta misión. ¿Y a qué me refiero con ajustes? A que sí, esto sí, pero no. Este destino sí, pero no. Con esta gente que se me confía, sí, pero no, no me siento cómodo. Con este compañero, con este hermano. Sí, pero no. Y en ese sí, pero no hay que le comienzan a hacer reajustes a su identidad sacerdotal y Asunción de encarnar la persona de Cristo y acaban en el regateo acaban tristemente por ser todo menos presencia de Cristo. Es esto hay esto es lo que hay que cuidar. Cristo los invita a seguirlo cercanamente todos los días de su vida. No por ratos ni por meses ni por años, toda su vida. Y el espíritu de Cristo los identifica con él, con Cristo Para que, sin arreglos, sin reajustes, sin regateos manifiesten con su vida lo que deben ser todos los días en todas circunstancias y con todas las personas con todos los con todo el pueblo de Dios.”
En su mensaje, el prelado tapatío insistió en que la Diócesis de Guadalajara está obligada a trabajar por una iglesia unida e incluyente, pero también una institución de servicio a la comunidad, sin insanas competencias, comparaciones y sin creerse perfectos.