Por Rodrigo Rivas Uribe
Han pasado 33 años de las explosiones en el sector reforma de Guadalajara y aunque para las nuevas generaciones de tapatíos la fecha puede pasar advertida o ser una efeméride más; para quienes la vivieron y sufrieron, cambio la vida y la herida sigue abierta. Hablan Arturo Camacho y Lidia Silva, sobrevivientes.
“Los carros arriba de las casas, mucha gente pidiendo auxilio, corriendo, gritando. Yo ya cuando salí a la calle y vi el desastre que había, en la zanja que había; las casas que estaban cayendo carros enterrados o arriba de las azoteas; o sea ya es cuando empiezas a entender en la tragedia”, comentaron.
Aunque las víctimas ponen en duda las cifras, el saldo de las explosiones fue de 212 muertos, 69 desaparecidos, mil 800 lesionados, se destruyeron más de ocho kilómetros de calles, resultaron afectadas un mil 142 viviendas, 450 comercios, 100 centros escolares y 600 vehículos. Se estima que los daños económicos alcanzaron los 10 millones de dólares.