• Jue. Nov 21st, 2024

Por Elizabeth Rivera Avelar 

En una jornada marcada por la preocupación ambiental y la urgencia de acciones concretas, se presentó el Plan de Acción de la Cuenca Lerma-Chapala 2024-2034 que incluye 117 acciones de ayuntamientos, cinco estados del país y el Gobierno Federal, destinadas a revitalizar y proteger una de las cuencas más importantes de México. El proyecto fue elaborado durante tres años bajo la coordinación del Instituto Ambiental Corazón de la Tierra, indicó su director Alejandro Juárez, quien ofreció detalles sobre la elaboración del plan y las problemáticas que enfrenta la cuenca.

“Para poder aterrizar este conjunto de propuestas, son 117 acciones diferentes, pero no podemos aplicarlas por parejo, el territorio es demasiado grande y demasiado complejo. Entonces, ¿qué se tiene que dar prioridad en la subcuenca Tepuxtepec? Es diferente a la subcuenca Ignacio Allende y es diferente a la subcuenca del río Zula, por ponerte un ejemplo. Pero definitivamente, en términos de las acciones, hay responsabilidades que le corresponden de manera muy importante al Gobierno Federal, pero también a los estatales, a los municipales, a las inter municipalidades y algo que estamos destacando en el plan es que sí, la participación gubernamental es clave, pero la participación de los demás grupos y sectores es necesarísima, sin eso no va a ser posible aterrizar este esfuerzo”, apuntó, declaró.

Actualmente, el lago Chapala se encuentra a solo el 34% de su capacidad de agua, su tercer peor registro en la historia reciente. El lago enfrenta además invasión inmobiliaria, reducción de playas y contaminación por pesticidas.

Alejandro Juárez comentó que el momento es oportuno para que se hagan compromisos con los gobiernos que van a entrar en las siguientes semanas.

“Desde el inicio, identificamos la necesidad de un enfoque colectivo y de sólidos mecanismos de gobernanza para implementar acciones efectivas. Durante los últimos tres años, trabajamos de manera conjunta con el Comité Internacional de la Mente de la Cuenca y diversas redes de trabajo para analizar por qué los planes maestros anteriores, formulados entre 1955 y 2010, no lograron tener éxito”, explicó Juárez.

El plan destaca la importancia de la participación pública y la presentación adecuada de información a los tomadores de decisiones, así como el fortalecimiento institucional y la creación de mecanismos de financiamiento.

“Es crucial reorientar los recursos existentes y establecer acuerdos de participación más efectivos, particularmente en áreas agrícolas, ganaderas e industriales”, añadió Juárez.

La implementación del plan de acción será coordinada por un comité que incluye a la Red Mexicana de Cuencas Hidrográficas, el Instituto Corazón de la Tierra y el Seminario de Estudios Permanentes del Agua del ITESO. Juárez subrayó que, debido a la extensión y complejidad del territorio, las 117 acciones no pueden aplicarse uniformemente en toda la cuenca; cada subcuenca, como Tepuxtepec, Ignacio Allende y río Zula, requiere soluciones específicas.

La situación actual del lago Chapala es alarmante. Según Juárez, “el lago enfrenta una grave entrada de sedimentos; se estima que entre 100,000 y 300,000 toneladas de suelo se pierden anualmente en los 15 municipios circundantes. Este suelo arrastrado se deposita en el fondo del lago, junto con residuos agrícolas tóxicos. La presencia de pesticidas, algunos de extrema toxicidad, y la invasión de playas también están deteriorando el ecosistema”.

Juárez también destacó la proliferación del lirio acuático debido al exceso de nutrientes, principalmente provenientes de zonas agrícolas y vertidos de aguas negras. Aunque las plantas acuáticas actualmente frenan la situación, Juárez enfatizó la necesidad de reducir el ingreso de nutrientes al lago para evitar el crecimiento descontrolado de estas plantas y otros organismos perjudiciales, como las cianobacterias.

En cuanto a las acciones necesarias para revitalizar el lago, Juárez insistió en la importancia de mantener bosques saludables que faciliten una adecuada recarga hídrica. Las actividades de conservación y restauración, junto con la reducción de la presión agrícola, particularmente por el cultivo de agave en los altos de Jalisco, son esenciales para lograr este objetivo.

“El compromiso no debe recaer solo en el sector gubernamental; es fundamental la participación activa de todos los sectores, incluidas las empresas vinculadas al cultivo de agave. Se requiere un esfuerzo conjunto para garantizar un futuro sostenible para el lago Chapala y sus comunidades”, concluyó Juárez.

Los asistentes manifestaron que el Plan de Acción de la Cuenca Lerma-Chapala 2024-2034 representa una esperanza renovada para la región, pero su éxito dependerá de la colaboración y el compromiso de todos los actores involucrados.

Por Elizabeth Rivera Avelar

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