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Oposición arropa reforma indígena: “saldamos una deuda histórica”: Clemente Castañeda

Clemente Castañeda, de Movimiento Ciudadano destacó que esta reforma representa un legado que la actual Legislatura dejará para la historia del pueblo de México.

“No es un asunto menor dejar en la Constitución los derechos que aquí estamos a punto de aprobar, fundamentalmente lo que se les ha regateado injustamente a los pueblos y a las comunidades indígenas que es reconocerlos como sujetos de derecho público”, comentó.

Esta legislatura que apenas inicia ha tenido momentos de debate, confrontación de distintos puntos de vista, por eso me honra mucho poder participar en este momento porque creo que los momentos de coincidencia vale la pena subrayarlos, vale la pena sacarles el mejor de los provechos, sobre todo cuando se trata de un tema tan importante como es el reconocimiento y la reivindicación histórica de los pueblos afromexicanos y de las comunidades y los pueblos indígenas. Por eso, desde luego, Movimiento Ciudadano va a votar a favor, porque en diversos momentos hemos acompañado con muchas y muchos de ustedes las causas que hoy, afortunadamente, vamos a materializar en la Constitución. Y déjenme decir que quizá lo que define a una época, y entiendo que muchas y muchos nos referimos a este momento particular desde distintas perspectivas, es justamente la posibilidad de aprovechar una mayoría y un consenso para hacer una reforma de carácter constitucional.

Y vale la pena, como ya se ha hecho aquí, hacer un mínimo recorrido histórico para dimensionar de qué se trata este momento; empezaría diciendo que a este constituyente permanente se le fue la gran oportunidad en 1996, después de los acuerdos de San Andrés, de poder materializar en la reforma del 2001 una reforma de gran calado y reconocer por primera vez a los pueblos originarios como sujetos de derecho, y traigo a colación lo que sucedió en el 2001, porque me parece que sí vale la pena hacer un reconocimiento a un par de compañeros, hoy senadores integrantes de esta legislatura, que en 1996, después de los acuerdos de San Andrés y ya en la legislatura en el 2001, dijeron con mucha valentía y mucha firmeza, vamos a votar en contra la reforma del 2001 porque se queda corta de los compromisos que hizo el Estado mexicano plasmados en los acuerdos de San Andrés en 1996.

Así es que honor a quien honor merece un reconocimiento público por aquella posición en aquel momento a mi compañera Alejandra Barrales y a mi compañero Félix Salgado Macedonio que tuvieron en ese momento la oportunidad de levantar la voz y de hacer una advertencia que además hoy estamos reivindicando.

¿Cuál es esa advertencia? No es posible seguirle regateando a los compañeros, a las comunidades y a los pueblos indígenas los derechos que les pertenecen.

Quiero hacer también un reconocimiento a las y los compañeros, compañeras que han acompañado la lucha indígena desde hace mucho tiempo. Yo provengo de un estado que alberga cuando menos a tres pueblos originarios, dos que han ganado un amplio reconocimiento y uno que sigue en esa lucha.

Por eso, con toda la fuerza y toda la dedicación para el pueblo wixárika, para el pueblo náhuatl y para los cocas de mezcala que todos los días están en una lucha permanente por reconocer sus derechos.

Por eso, desde aquí, una enorme felicitación a San Andrés Coamiata, San Sebastián Teponahuaxtlán y a Santa Catarina Cuexcomatitlán que son comunidades de la comunidad wixárika que todos los días están de pie luchando por lo que les pertenece, por el derecho a construir su identidad, por el derecho a construir su identidad a partir de la lengua, por la protección a su tierra, por la protección de sus derechos.

El día de hoy, el paso que vamos a dar debe y quedará, por supuesto, inscrito en la Constitución, pero además en el legado que esta legislatura va a poder poner con mucha honra a consideración de la historia del pueblo de México.

Que vivan las comunidades y los pueblos afromexicanos y que vivan las comunidades y los pueblos indígenas de México.