• Sáb. May 4th, 2024

Los libros pueden servir contra la violencia

Los libros pueden ser grandes agentes de cambio para concretar la paz en comunidades que han sufrido violencia y exilio, describió la promotora de la lectura colombiana, Adelaida Nieto al participar en el conversatorio Armada de libros hasta los dientes te declaro la paz durante la Feria Internacional del Libro. 

“En zonas donde la tendencia es arreglar las cosas a bala, nosotros podemos disparar medicinas para el alma, libros que se leen y que se escriben, libros impresos y libros vivos, risas compartidas, y llantos acompañados, tenemos una cita que vale la pena agendar, es el encuentro con la paz y con la posibilidad de ganar mil batallas.” 

Acompañada del escritor mexicano, Benito Taibo, quien muy a pesar no dejó de recibir halagos por su libro Persona Normal, ambos literatos hablaron de las coincidencias entre México y Colombia, el primero, viviendo la violencia de los cárteles de la droga, y el segundo, en medio de una guerrilla que también ha cobrado miles de vidas. 

Adelaida Nieto detalló las experiencias que tuvo como promotora de la lectura en la comunidad de Santander Colombia, donde un grupo de refugiados huyeron de sus casas y se instalaron en las vías del ferrocarril, muy similar en la comunidad Nelson Mandela a las afueras de Cartagena donde 50 mil personas llegaron a asentamientos irregulares careciendo de agua, alimentos y servicios, desconfiando de los militares, y finalmente el esfuerzo para llevar libros a los presos de una cárcel en Costa Rica, cuando fueron cancelados por la pandemia del Covid 19. 

En estas tres experiencias hubo una gran coincidencia, que al llevarles libros, poesía, narraciones y ayudarlos a escribir sus propias historias, dejaron de lado el resentimiento y la desconfianza para recuperar la paz y la felicidad. 

Las aportaciones del público fueron igual de valiosas, profesores de Chapala, Durango y Guadalajara, activistas que visitan centros de rehabilitación, todos ellos describieron como desde sus trincheras, al realizar jornadas de lectura, cambiaron la vida de sus alumnos, con la gran conclusión de que si hubieran tenido libros a su alcance, tal vez nunca hubieran tocado las drogas. 

Haremy Reyes.