• Sáb. May 4th, 2024

Libros de texto atentan contra derecho a aprender: Mexicanos Primero

Los libros de texto, son un esfuerzo incompleto que atenta contra el derecho de aprender de las niñas y niños, indicó Mexicanos Primero, por ello piden a la Secretaría de Educación Pública (SEP) abrir el diálogo y corregir el rumbo, solicitó la directora, Itzia Gollás Núñez.

La asociación considera que los textos son complejos y no atienden las necesidades de cada estudiante; se deja la responsabilidad en las y los maestros de implementar un modelo educativo que pasa de impartir distintas materias a campos formativos y del aprendizaje individual de cada estudiante a uno comunitario, y contenidos que no contemplan la realidad que se vive en el sistema educativo, son algunos de los hallazgos de la revisión a los libros de texto gratuito realizada por Mexicanos Primero.

“Hacemos un llamado a la Secretaría de Educación Pública Federal para número uno: abrir el diálogo público y a la rendición de cuentas para ajustar sus iniciativas, corregir rumbos y respetar los derechos de todas las niñas, niños y adolescentes. Concentrar sus esfuerzos en resolver las dificultades de las niñas, niños y adolescentes y buscar una visión de país en el que se priorice el derecho a aprender de todas y todos”, manifestó.

La organización realizó un análisis multidisciplinario de estos materiales que de manera oficial la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) publicó en su página de Internet a tan sólo 20 días del inicio del ciclo escolar 2023-2024, desde un enfoque de derechos para verificar si los materiales garantizan el derecho a aprender de 24.4 millones de niñas y niños y adolescentes (NNA) que asisten a la educación básica, de los cuales, 13.3 millones cursan primaria.  

Estos fueron los hallazgos que detectó la organización:   

La publicación oficial de los Libros de Texto Gratuito (LTG) por la Conaliteg, omite aún – a la fecha de la publicación de este texto-, la inclusión de libros destinados a preescolar, secundaria, educación indígena y educación especial, es decir, deja fuera a 12.2 millones de estudiantes. Esta omisión resulta en la exclusión de estos estudiantes, aumentando las barreras que enfrentan en su proceso de aprendizaje.  

Además, los libros no abordan los desafíos preexistentes relacionados con la inclusión, equidad, logros académicos y riesgo de deserción que niñas, niños y adolescentes enfrentaban, los cuales se intensificaron durante la pandemia y que continúan sin recibir atención. La ausencia de datos y comprensión sobre los niveles de aprendizaje y las áreas de mejora de los estudiantes sugiere que su rendimiento seguirá siendo inferior, lo que tendrá repercusiones negativas en su futuro y en el de sus comunidades. 

Los nuevos LTG carecen de una ruta clara de aprendizaje acorde al desarrollo cognitivo de cada estudiante. Como ejemplo, el libro de primer grado “Proyectos comunitarios” pide para el apartado “juntos resolvemos problemas” que cada estudiante redacte descripciones de los problemas de su comunidad, así como soluciones, asumiendo que todas las niñas y niños de 6 años saben ya escribir, leer y cuentan con un pensamiento abstracto que a esa edad aún no han desarrollado. 

Los libros no permiten que cada estudiante aprenda de forma autónoma porque el nivel de vocabulario y contenido en diversas partes del libro requieren, para ser comprendidos, un importante acompañamiento docente, suponiendo además que todas las niñas y los niños de primer grado cursaron el preescolar, tema en el que aún hay incumplimiento por las autoridades a pesar de su obligatoriedad. Tenemos niñas y niños que entran a la primaria sin haber cursado el preescolar; esto presenta no solo un descuido de la realidad de las aulas, sino un retroceso en las estrategias de alfabetización inicial que se han intentado poner en marcha en el país.  

Además, la realidad rebasa a los libros; el estudio de Mexicanos Primero “Equidad y Regreso” reveló que en 2021 únicamente 38.3% de NNA entre 10 y 15 años (de 5º año de primaria a 3º de secundaria) pudieron responder correctamente un ejercicio de comprensión de lectura de cuarto grado de primaria y 8.2% resolvió de forma correcta un ejercicio de suma y multiplicación.  

A esto se añade que las y los alumnos de segundo grado de primaria en adelante deberán cambiar abruptamente de modelo educativo una vez que lleguen a las aulas el 28 de agosto, y tendrán que asimilar en el camino que ya no llevan materias sino campos formativos; esto viola el derecho de las niñas y niños a que la educación que reciben sea progresiva, continua y aditiva, y contraviene el propio acuerdo de la SEP que dice que el plan de estudios iniciará con la generación de estudiantes que les corresponda cursar el primer grado de preescolar, el primer grado de primaria y el primer grado de secundaria. 

Los docentes, a pesar de sus enormes esfuerzos para iniciar el ciclo escolar, enfrentarán también dos grandes desafíos; el primero, la total responsabilidad de implementar el nuevo modelo educativo (Nueva Escuela Mexicana) que la autoridad educativa federal les trasladó sin considerar los serios retos pedagógicos que existirán en las más de 229,000 escuelas de educación básica -de las cuales 96,002 son primarias-, y en sus respectivas aulas. Las y los maestros, una vez más, tendrán que resolverlo sin acompañamiento ni formación, pues este año el presupuesto para capacitación equivale a tan solo 85 pesos anuales para cada docente.  

Los nuevos LTG y los libros para docentes, específicamente “Un libro sin recetas” para la Fase Tres (primero y segundo de primaria), Fase 4 (tercero y cuarto de primaria) y Fase 5 (quinto y sexto de primaria) son ejemplo de cómo se transfiere la responsabilidad de la implementación a los maestros, cuestión que agrava la carga administrativa que ya tienen. 

El segundo desafío es que el enfoque comunitario y de participación que incluyen los libros de texto y que traslada el aprendizaje individual a uno comunitario, recae directamente en las y los docentes. En nuestros estudios hemos hecho visible la necesidad de que las escuelas cuenten con más autonomía y las familias participen en ellas; sin embargo, para llevarlo a la realidad se requiere de un mayor y mejor acompañamiento a docentes y estudiantes. Sugerir actividades en cada momento didáctico de cada clase, no es suficiente.  

Mexicanos Primero considera que publicar los nuevos LTG requiere no solo de innovaciones pedagógicas, sino también de consideraciones educativas que sean menos apresuradas y más organizadas.  

También señala que un cambio tan abrupto y poco planeado en los materiales educativos de apoyo que utiliza el docente -y que muchas veces es el único material para las y los estudiantes-, aunado a una falta de estrategias didácticas para abordar la transversalización de los aprendizajes de los campos formativos y de los ejes articuladores, pone en riesgo los supuestos de excelencia establecidos en el artículo 3º. Constitucional. 

Elizabeth Rivera Avelar.

Por Elizabeth Rivera Avelar

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