Robert Francis Prevost, de nacionalidad estadounidense y peruana, fue elegido como nuevo Papa de la Iglesia Católica y adoptó el nombre de León XIV. Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, ofreció su primer mensaje al mundo, en el que agradeció al Papa emérito Francisco por su legado y lanzó un emotivo llamado a la paz dirigido “a todos los pueblos”.
En un discurso escrito, y con palabras también en español, el nuevo pontífice instó a construir una Iglesia cercana, misionera y sinodal, comprometida con los que sufren. «El mal no prevalecerá», afirmó con firmeza, invitando a caminar unidos y sin miedo. También expresó un saludo especial a su antigua diócesis de Chiclayo, en Perú, destacando el acompañamiento del pueblo fiel.
León XIV fue elegido en la cuarta votación del cónclave, y su aparición pública fue precedida por la tradicional fumata blanca. Tras aceptar el cargo, recibió la obediencia de los cardenales en la Capilla Sixtina y se revistió por primera vez con la sotana papal en la llamada Sala de las Lágrimas.
El nuevo Papa, cercano a Francisco y con una amplia trayectoria misionera en Perú, expresó su deseo de una paz “humilde y perseverante” como guía de su pontificado. Finalizó su mensaje con una oración a la Virgen María por la Iglesia y por la paz en el mundo.