Por Elizabeth Rivera Avelar
La Casa del Migrante El Refugio manifestó preocupación por la creciente desaparición de personas en la Nueva Central Camionera de Guadalajara. El padre Alberto Ruiz enfatizó que se trata de un asunto que debe ser atendido con prontitud y seriedad, dada la gravedad de la situación. Confirmó que el reclutamiento forzoso se presenta, tanto en la nueva como en la antigua terminal de autobuses.
Los relatos de las personas que llegan al albergue son preocupantes, ya que muchos llegan golpeados y cuentan haber sido víctimas de promesas engañosas de trabajo.
La Casa del Migrante El Refugio hizo un llamado a la sociedad y a las autoridades para que se tomen medidas efectivas que garanticen la seguridad de las personas en condición de movilidad humana, así como para prevenir las desapariciones y la explotación en un contexto de creciente vulnerabilidad.
Este fenómeno, según el padre Ruiz, ha ido en aumento y requiere de visibilidad.
“Es lamentable que estas situaciones no se visibilicen lo suficiente. Las desapariciones y los reclutamientos forzados son una realidad lamentable que exige atención urgente por parte de las autoridades”, expresó.
Informó que la Casa del Migrante El Refugio abrió un nuevo albergue en La Nogalera, destinado exclusivamente a mujeres y niños menores de edad, quienes, según Ruiz, llegan en condiciones extremadamente vulnerables.
“Hemos querido crear este espacio dado que la experiencia nos ha marcado la necesidad de tener una separación entre mujeres, niños y hombres. Cuando llegan familias enteras, no queremos dividirlas, por eso atenderemos a esas familias en otro alojamiento ya existente”, comentó.
Este albergue, que tiene la capacidad de recibir a hasta 70 personas, está diseñado para ofrecer un ambiente seguro. Cuenta con una guardería que funcionará en turnos matutinos y vespertinos, permitiendo a las madres trabajar mientras sus hijos están bajo cuidado.
El padre Ruiz destacó que muchas de estas mujeres huyen de situaciones de violencia y buscan reconstruir sus vidas en un entorno seguro: “Queremos empoderarlas para que puedan tener acceso a educación, salud y todos los derechos que les corresponden”.
Sin embargo, la Casa del Migrante enfrenta desafíos financieros en su operación. Ruiz detalló que, aunque han comenzado a recibir recursos, aún no cuentan con el suficiente apoyo para equipar el nuevo albergue, aunque están en proceso de recibir camas y colchones. El flujo migratorio, según afirmó, es variable y a veces presenta momentos de mayor demanda.