El titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, declaró que no hay evidencia que respalde la versión de que el rancho Izaguirre, localizado en Teuchitlán, Jalisco, haya sido utilizado como un sitio de incineración. Durante una rueda de prensa, señaló que las indagatorias realizadas indican que dicho lugar funcionaba como un centro de reclutamiento, entrenamiento y operación del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Según Gertz Manero, la investigación reunió diversos elementos —entre ellos declaraciones, documentos y confesiones— que permiten afirmar con certeza que el inmueble cumplía estas funciones. Además, recordó que desde 2021 la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco había advertido sobre actividades delictivas en la zona, pero las autoridades locales no actuaron al respecto.
En cuanto a las versiones sobre un supuesto crematorio en el sitio, el fiscal fue enfático al señalar que no se ha encontrado evidencia que lo confirme. No obstante, mencionó el hallazgo de zanjas donde se hicieron fogatas y una vasija con restos óseos, cuya antigüedad aún está por determinarse.
Gertz Manero reafirmó que hay pruebas sólidas que vinculan al CJNG con el rancho Izaguirre, y aseguró que las funciones del lugar como base operativa y de instrucción para el grupo criminal están plenamente documentadas.