Con el objetivo de aumentar la detección oportuna de defectos o malformaciones congénitas desde la etapa fetal, y en los casos que sea posible brindar tratamiento que evite complicaciones y favorezca el sano desarrollo de los bebés.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) promueve el monitoreo médico del embarazo y tamizaje mediante ultrasonido estructural de alta gama, para identificar estos casos y planear su intervención.
Los defectos o malformaciones congénitas, son una serie de enfermedades en las que está afectada la función o la estructura anatómica de un órgano.
Esto implica alteraciones en su funcionamiento que pueden ser peligrosas para la vida de un feto, de un recién nacido o de una persona en alguna etapa de su vida, ya que algunas se hacen evidentes en la edad adulta.
En México y en el mundo, las alteraciones de este tipo más frecuentes son del corazón, del sistema nervioso central y las estructuras urológicas, pero es importante aclarar que cualquier órgano puede ser susceptible de tener un defecto.
Si se detectan oportunamente estas anomalías, es viable intervenir a los bebés in utero o al nacer y contribuir a que se eviten complicaciones y tengan un desarrollo normal, garantizando su derecho a la salud.
Entre más temprano se embaracen (menos de 17 años) y más lo retrasen (después de los 35 años), se pueden encontrar más alteraciones genéticas cromosómicas y malformaciones; sin embargo, es importante aclarar que la mayoría se encuentra presente en todos los grupos de edad de las personas gestantes.