El rapero Sean «Diddy» Combs fue declarado culpable de dos cargos por “transporte para ejercer la prostitución”, mientras fue absuelto de los delitos más graves como tráfico sexual y operación de una organización criminal. El veredicto llegó tras ocho semanas de juicio en Nueva York, donde más de 30 testigos —incluidas exparejas como Cassie Ventura— testificaron sobre presuntos abusos, “maratones sexuales” con drogas, y violencia física organizada por el artista.
Uno de los momentos más impactantes del proceso fue la presentación del video donde Combs golpea brutalmente a Ventura en un hotel de Los Ángeles en 2016. Además, surgieron señalamientos sobre la explosión del auto del rapero Kid Cudi, quien declaró sospechar de la participación de Diddy, así como la mención de figuras como Michael B. Jordan y Britney Spears, relacionadas con el entorno de las víctimas.
A pesar del escándalo, Combs mantuvo el apoyo de su familia y de su colega Ye (Kanye West), quien incluso asistió al tribunal. Aunque evitó la cadena perpetua, el veredicto lo deja con antecedentes por delitos sexuales, en un caso que ha reavivado el debate sobre abuso de poder y explotación en la industria del entretenimiento.