Por Rodrigo Rivas
Reestructurar la deuda estatal no significa «patear el bote» y comprometer a las futuras administraciones, argumentó Luis García Sotelo, secretario de hacienda estatal; sostuvo que por lo contrario el refinanciamiento evitaría que la siguiente administración enfrente los compromisos de pago más altos al liquidar la mayoría de los créditos vigentes.
“No por supuesto que no, la mayoría de los créditos que tiene el Gobierno del Estado para la administración siguiente iban a ser cargas financieras mucho muy fuertes, prácticamente el 80% de esos créditos iban a ser pagados en menos de 6 años, eso constituye una posibilidad de poner en jaque las finanzas públicas”, planteó.
Agregó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público vigila el actual proceso de reestructuración de la deuda pública estatal, además del escrutinio de las calificadoras financieras.
Este año se presupuestaron 941.6 millones para la amortización de la deuda; mientras que al pago de intereses le destinan 2,702 millones de pesos.