Por Elizabeth Rivera
La creación de la nueva Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas, que se incluyó en la reciente reforma legislativa, genera escepticismo y desaprobación en el colectivo Entre el Cielo y la Tierra, Rosaura Magaña, manifestó inquietudes sobre los posibles cambios en el modelo y sistema de búsqueda y localización de personas desaparecidas en el estado de Jalisco.
“Pues vamos a ver qué es lo que nos ofrece y cómo funciona, porque queremos resultados, queremos acciones verdaderas que demuestren que sí se está haciendo algo. Este es mi punto de vista en cuanto a la nueva Secretaría. A lo mejor estoy equivocada; a lo mejor, cuando entre en funcionamiento y tengamos una mesa de trabajo colectiva, probablemente cambie mi visión. Sin embargo, por el proceso que he llevado durante estos 7 años, para mí es una agonía”, expresó.
Cambio en el modelo de búsqueda: ¿Esperanza o burocracia?
Para Rosaura, la creación de la nueva instancia podría significar más dilaciones en los procesos ya de por sí prolongados. Expresa su preocupación de que los retos burocráticos y el traspaso de información entre múltiples instituciones hagan más lento el acceso a resultados concretos que las familias urgentes necesitan. Destaca que las instituciones actuales aún no alcanzan la eficacia requerida y teme que la nueva Secretaría no aporte la agilidad necesaria.
Perspectiva desde la Experiencia
Rosaura ha sido un testigo directa de la evolución de las políticas de atención a la problemática de los desaparecidos desde 2006 hasta la fecha. Recuerda cómo, durante el sexenio de Aristóteles Sandoval, se ejerció presión para abordar las desapariciones forzadas, pero los esfuerzos fueron insuficientes. Luego, al inicio de la administración de Enrique Alfaro en 2018, las expectativas de tener un enfoque más proactivo fueron mermadas por la falta de acercamiento y soluciones concretas.
Un Nuevo Comienzo con Viejas Inquietudes
La nueva Secretaría ha generado escepticismo entre las familias afectadas. Rosaura destaca que a lo largo de estos años se han instaurado algunas medidas, como la Ley General de Víctimas y la comisión para la identificación humana, pero describe a estas acciones como “llamaradas de petate” sin un impacto tangible en la realidad de las desapariciones.
Una Gota de Fé
No obstante, Rosaura deja abierta la posibilidad de cambiar su perspectiva si la nueva Secretaría proporciona resultados reales. Resalta la importancia de acciones efectivas y transparentes, ofreciendo un rayo de esperanza y disposición para colaborar siempre que esto conduzca al esclarecimiento de los casos de desaparición.
Ante la medida adoptada por el Estado para enfrentar el problema de las desapariciones, destacó que no solo debe centrarse en la creación de nuevas estructuras, sino también en el establecimiento de un compromiso real y efectivo para trabajar codo a codo con las familias de los desaparecidos.
Rosaura Magaña consideró que más allá de las reformas legislativas, la verdadera esperanza residirá en las respuestas y el cierre que estas familias desesperadamente anhelan: encontrarse con sus seres queridos.