• Sáb. Nov 23rd, 2024

Por Rodrigo Rivas

Los primeros posicionamientos de la nueva Legislatura estatal estuvieron marcados por cuestionamientos y críticas. Las posturas del diputado panista Julio César Hurtado Luna y de la priista María del Refugio Camarena Jáuregui, coincidieron en las críticas al Gobierno Federal.

“Los retos de esta Legislatura no solamente son relativos a la avalancha del autoritarismo que viene desde la Federación, también a nivel local, no nos queda aún claro cuál es el proyecto de Estado que tenderá implementar el nuevo gobierno estatal”, planteó el panista.

“El respeto a quienes piensan distinto se demuestra escuchando, en cambio, quienes ahora gobiernan dejan el micrófono abierto, pero cierran los oídos a las razones y las nuevas ideas”, lamentó la legisladora priista.

En la contraparte, aliados de Morena como Leonardo Almaguer Castañeda, diputado del Partido del Trabajo y la diputada de Futuro, Tonantzin Cárdenas Méndez, cuestionaron a las administraciones emecistas.

“El próximo gobernador representa la antítesis de la democracia, en sus pasos camina el fraude lo cual deja evidente la gran debilidad y falta de legitimidad con la que llega a ocupar un puesto”, sentenció el petista.

“No es casualidad que las personas nos hayan dado esta inédita oportunidad a quienes de hecho hemos sido víctimas de la opresión de Enrique Alfaro”, señaló la diputada. 

En su intervención, Yussara Canales González del Partido Verde, afirmó que impulsarán el humanismo mexicano y el respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum; ofreció apertura al diálogo en las iniciativas que considere favorezcan al pueblo de Jalisco. Planteó que impulsará reforma a la ley de salud y en favor del medio ambiente.

El coordinador de la fracción de Hagamos, Tonatiuh Bravo Padilla, llamó a legisladores y legisladoras a no perder de visita que fueron electos para contribuir a la agenda política en Jalisco. Subrayó que la construcción de acuerdos no debe vulnerar la autonomía del Poder Legislativo y puntualizó que la defensa de Jalisco no debe traducirse en enfrentamiento con la administración federal.

Por Rodrigo Rivas Uribe

Reportero