A 16 años de la muerte de Miguel Ángel López Rocha, el niño mártir del Río Santiago, el Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto, Jalisco, reportó que la situación de contaminación de este cuerpo de agua, lejos de mejorar se ha agravado. Refieren que 2 mil 674 personas han fallecido tan solo en El Salto, desde el año 2008.
El presidente de la organización, Raúl Muñoz Delgadillo, sostuvo que el programa estatal para el saneamiento y recuperación del afluente, no ha revertido la situación.
“Pues les digo que vayan y tomen un poco de agua del río, y vemos a ver si no se mueren. Si nos comprueban que son inmortales tomando esa agua, pues nos retiramos a descansar, porque también tenemos familias que atender y sacrificamos nuestro tiempo para estar haciendo nuestra lucha y la lucha de todos”, expresó en respuesta a que las autoridades aseguren que el agua contaminada no causa la muerte de ninguna persona.
Raúl Muñoz puntualizó que desde el primero de enero del año 2023, documentaron 147 personas afectadas por la insuficiencia renal crónica terminal. Además de 38 personas con cáncer de diferentes tipos, y 4 mil 231 personas afectadas en su salud, todos habitantes de El Salto, Jalisco.
El activista lamentó que ya sean 50 años de sufrir a causa de la irresponsable y corrupción de muchos servidores públicos que no les ha importado nada la salud y la vida de todos los habitantes de Juanacatlán y El Salto, Jalisco.
Muñoz Delgadillo dijo que incluso la situación en la zona ahora está peor, ya que en los últimos años se han asentado 9 nuevos y grandes fraccionamientos, con 6 mil habitantes, por lo que las descargas de agua sin tratar al río son mayores.
“La desfachatez con que nos tratan los gobernantes que están en los tres niveles de gobierno, es abierta y sin escrúpulos. Cada año presentamos un recuento de los ciudadanos afectados en su salud a causa de vivir cerca de los cuerpos de agua contaminados, pero también como cada año presentamos un recuento de las personas fallecidas a causa de la insuficiencia renal crónica terminal y de diferentes tipos de cáncer. Cómo cada año también estamos esperando a que se atienda nuestro reclamo, el de detener las descargas de aguas residuales domésticas e industriales a nuestros cuerpos de agua. Acción que no se ha visto por parte del gobierno federal y del estado de Jalisco. Ya hemos aprendido a distinguir en los discursos oficiales la mentira y la simulación. Cuando escuchamos las promesas de solución, nos viene a la mente el recuerdo de las voces de nuestros hermanos enfermos y fallecidos”, manifestó.
El activista apuntó que el tutor del niño, Raúl Luna Mendoza, no pudo acudir a la rueda de prensa porque está muy enfermo de insuficiencia renal crónica, también afectado por la contaminación del río.
Raúl Muñoz recordó el caso de otra víctima mortal de la contaminación del río, a Jonathan Cervantes Ortiz, un joven de 19 años quien murió afectado por el cáncer de páncreas, apenas en abril del año pasado.
“Hoy ya no está entre nosotros Jonathan, ya fue vencido por esa enfermedad terminal que no se pudo detener por falta de atención especializada oportuna”, expresó.
Sobre el plan de saneamiento del río Santiago que presentó el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, Raúl Muñoz dijo que “quedó en una mera promesa”, porque ahorita lo único que estamos viendo es la ampliación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales del Ahogado, “que en ocasiones no trabaja, están dejando pasar el agua sin tratar, y eso lo podemos ver nosotros físicamente, porque vamos directamente a los colectores que salen de la planta y son arrojados a la presa del ahogado”.
Al gobierno federal le exigieron que detengan las descargas de aguas residuales domésticas e industriales que no se han sometido a un tratamiento para después arrojarlas a los cuerpos de agua federales.
En el ámbito municipal aseveró que están peor que nunca, pues los municipios metropolitanos siguen siendo omisos para tratar sus descargas de aguas residuales domésticas y no cumplen con el mandato constitucional que les ordena el artículo 115, que establece que todos los municipios tienen la obligación de tratar sus descargas de aguas residuales domésticas.
Elizabeth Rivera Avelar