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Celso Mariño nos explica cómo Donald Trump convirtió a México, desde su primer día en la presidencia, en su enemigo favorito

PorRedacción

Ene 21, 2025

Por Redacción

Celso Mariño nos explica cómo Donald Trump convirtió a México, desde su primer día en la presidencia, en su enemigo favorito, reconfigurando parte de su política exterior, que ha ido cambiando con el tiempo; ahora el enemigo a vencer: los migrantes en general, pero particularmente los mexicanos.

Jaime Barrea-. Nos da mucho gusto darle la bienvenida a nuestro colaborador en temas de política, Celso Mariño, colega editorialista del periódico Milenio y consultor en temas políticos. Celso, bienvenido por primera vez a este tu espacio, ahora más tempranito.

Celso Mariño-. Así es, muchas gracias Jaime Yolanda, auditorio. Primero, felicidades por este su nuevo horario matutino, les deseo el mayor de los éxitos, agradezco que me permitan seguir aportando con este comentario semanal.

Trump impone el tema, que es sumamente relevante para México, sobre todo porque ayer se confirmó algo que ya se veía venir. México es su “tiro al blanco”, es la nueva amenaza de la administración del nuevo Presidente estadounidense.

Siguiendo lo que ocurrió el día de ayer como ya lo han estado ustedes mencionando a lo largo del programa, nos dimos cuenta que la artillería política, económica y también en materia de seguridad ya no apunta principalmente a los terroristas de Medio Oriente, ni a la invasión de Putin a Ucrania, ni siquiera a las drogas y precursores provenientes de China, sino que ahora apunta a los vecinos del sur, es decir, a nosotros. Ahora el gobierno de problemas locales, su entorno inmediato, que los globales.

En cuestión de horas, Trump confirmó lo que había advertido por meses. Ordenó mandar al ejército y a la Guardia Nacional a la frontera con México por una situación que llamó de emergencia migratoria. Confirmó el inicio de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados. También firmó las órdenes ejecutivas para declarar a los cárteles de la droga como grupos terroristas y como ya lo han dicho, pues no sé, no descartó operaciones militares en México. También resucitó el programa “Quédate en México” para deportar a nuestro país a indocumentados sean o no mexicanos. Y también adelantó que a partir de febrero impondrá aranceles a los productos mexicanos.

Ahora, ¿por qué apunta a México? Bueno, ya se ha comentado varias veces, pero quisiera hacer una especie de resumen.

Primero, apunta a México porque como en el antiguo programa de televisión, México es ahora el rival más débil. Diga lo que diga o haga lo que haga Trump, el gobierno mexicano no tiene con qué hacerle frente a diferencia, por ejemplo, de otras naciones potencias como China, Rusia o Corea del Norte. En materia arancelaria, económica, migratoria y hasta militar México no le representa un riesgo al gobierno de Trump y en cambio puede hacer las veces del villano favorito del pueblo estadounidense al culparnos de casi todas sus desgracias de violencia, drogadicción y desempleo. Y para muestra está que, tras la declaratoria de todas estas rudas medidas que afectarán a México, la presidenta Claudia Sheinbaum lo felicitó con un tuit muy básico en el que pareciera que pide compasión en vez de fijar una postura firme. Remata el tuit diciendo como vecinos y socios comerciales, el diálogo, el respeto y la cooperación siempre serán el símbolo de nuestra relación.

Segundo argumento o razón, mientras otros presidentes estadounidenses advertían sobre enemigos poderosos pero lejanos, como el crecimiento del socialismo en Europa o en Venezuela o de los talibanes en Asia, de los terroristas en Medio Oriente o de China sobre Taiwán, ahora Trump metió a sus fronteras, metió a la casa de los estadounidenses a un nuevo enemigo, al invasor. En este caso, al migrante, y sobre todo pues, al migrante mexicano. Con eso pretende obtener más apoyos al interior de su país. Está claro, a más miedo al provocar un mayor miedo real a un enemigo real o imaginario, pues busca tener más apoyo y poder interno.

Tercera, económicamente Trump puede obtener muchas más ventajas de México en el corto plazo que ante Rusia, China o cualquier otro país. La proximidad nos hace más atractivos para los intereses de Trump y ya comenzó desde ayer, renombrando al Golfo de México como Golfo de América. Este es un primer paso, no solo enunciativo, sino indicativo, que además sería equiparable a su intención de apropiarse de Groenlandia, de que se le anexe Canadá o retomar el control del canal de Panamá. Por cierto, está claro que el enemigo comercial de Trump no son los productos chinos en sí, sino que el problema es que México está sacando ventaja con esos productos chinos que revende en el mercado estadounidense. Trump no quiere intermediarios que saquen ganancia, quiere negociar directamente con China.

Cuarto, al poner el foco en México y restarle importancia a la rivalidad de Estados Unidos con China o Rusia, las disputas comerciales, militares o de tipo colonialista en otras partes del mundo dejarán de preocupar al estadounidense promedio, que estará más asustado de los problemas domésticos, como en el tema de los migrantes, la droga o la economía familiar y ya no le importará si los amigos de Trump se anexan territorios.

Sin lugar a dudas que este es un panorama complicado para México, sin embargo, pareciera que nuestras autoridades lejos de prepararse de manera seria ante este escenario real, pareciera que están más bien aprestándose a ser el pagano de las locuras del nuevo emperador.

Hasta aquí el comentario de Yolanda Jaime, amigos del Auditorio, muchas gracias y pues muy buenos días.

J.B-. Gracias a ti, Celso y vamos a ver en unos minutos más cuál fue esta primera respuesta, más allá del tuit que nos comentaste, de la Presidenta Claudia Sheinbaum.