Por Rodrigo Rivas
Los trabajadores que se oponen a la reforma al Poder Judicial Federal no defienden privilegios, sino la autonomía del sistema de impartición de justicia, sostuvo la jueza en Materia de Amparo Penal, María de los Ángeles Estrada Sedano; advirtió que con la elección popular de juzgadores se acabaría la carrera judicial y las aspiraciones de quienes se han preparado y trabajado durante años en el Poder Judicial para ascender en los cargos.
“No se trata de proteger privilegios, estamos en protesta ya que esta reforma judicial es un retroceso a los derechos humanos de las personas. Una reforma de tal naturaleza tardará décadas en revertir sus efectos, las personas afectadas principalmente será la sociedad en general”, argumentó.
La juzgadora calificó como riesgos que se politice la impartición de justicia y la autonomía de los juzgadores para resolver asuntos que son sometidos a su consideración.
Estrada Sedano consideró que, en los últimos años, el Poder Judicial ha sido objeto de una campaña de desprestigio donde se les tacha de corruptos generalizando, sin pruebas o soluciones para mejorar.