Para detener la pérdida de áreas verdes, el Área Metropolitana de Guadalajara requiere un programa de desarrollo urbano sustentable, que se atienda el arbolado urbano y que se integre los espacios verdes para frenar la expansión urbana desordenada; consideró Abel Ruiz Velasco Castañeda, investigador Universidad de la Guadalajara (UdeG).
“Esto implica una pérdida de calidad de vida y calidad ambiental, la Organización Mundial de la Salud ha estimado que un árbol grande absorbe alrededor de 150 kilos de dióxido de carbono al año; la ciudad ha perdido la oportunidad de tener un ambiente más confortable, más sano. La pérdida de masa forestal tiene un impacto directo sobre la calidad de vida y se pone en riesgo la salud de las personas”, comentó.
El Estudio Técnico de Evaluación del Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano (POTmet), reveló que el Área Metropolitana de Guadalajara perdió mil 568 hectáreas del sistema verde periurbano, entre los años 2016 y 2022.
El análisis detalló que las Áreas Naturales Protegidas con la mayor presión urbana son el bosque de El Nixticuil-San Esteban-El Diente, el Bosque Colomos La Campana y las zonas de recuperación ambiental de El Bajío; así como el Cerro del Tajo y el Bosque de La Primavera.
Rodrigo Rivas.