Por Elizabeth Rivera Avelar
La vendedora ambulante, Teresita González Murillo, quien fue denunciada de cometer el delito contra de la dignidad de las personas, al asegurar que la comerciante Elizabeth Vélez Vázquez tiene 15 permisos para trabajar negocios callejeros en el centro de Guadalajara, calificó la acusación en su contra como insignificante y agregó que como respuesta presentará pruebas para demostrar las irregularidades que existen en la asignación de permisos en el centro de Guadalajara.
“Yo la invito a que no mienta porque todo está saliendo a la luz y lo único que está haciendo es echarse la soga al cuello porque sabe que nosotros no mentimos. Vamos a pedir que desde hace tres administraciones, se revisen los expedientes y vamos a demostrar que la señora utiliza a prestanombres el permiso que tiene en Colón, lo tiene a nombre de su esposo; esta persona Uriel el esposo que se fue a Tailandia, tiene un puesto nombre de su abuelita aquí en Colón y todos los permisos inclusive ya se los vendieron a él. Es ilógico que quieran engañar a los medios y está más que claro que no son empleados”, anotó.
Teresita González agregó que ella y sus compañeros piden que se revisen los expedientes -desde hace tres administraciones a la fecha- para detectar prácticas injustas y el uso de prestanombres en la operación del comercio callejero.
A pesar de las posibles repercusiones legales, Teresita y su grupo de trabajo no se sienten intimidados y continuarán con su manifestación hasta obtener respuesta de las autoridades.
Teresita González Murillo, comerciante ambulante del centro de Guadalajara, ha expresado su frustración con las autoridades municipales por el incumplimiento de los acuerdos previamente establecidos. En sus declaraciones, Teresita destaca que las autoridades se comprometieron a otorgar permisos provisionales a los comerciantes históricos para que puedan continuar sustentando a sus familias y a depurar el sistema de permisos de carritos en el centro histórico, que actualmente beneficia a rentistas y no a los comerciantes legítimos.
Teresita cuestiona los arreglos económicos que permiten a ciertos individuos seguir operando múltiples permisos de venta, mientras los acuerdos para asignar espacios de manera justa permanecen en el aire. Expresa su decidida intención de mantener la lucha por los derechos de los verdaderos comerciantes del centro histórico, incluso mediante plantones si es necesario, hasta que se les otorguen soluciones concretas.
Finalmente, Teresita confirma que existe un sistema de cobros hacia los llamados “golondrinos” que operan en el área, lo cual, según ella, perpetúa una mafia que impide la justa distribución de espacios. Hace un llamado a las autoridades para que revisen los acuerdos y aseguren que los espacios se asignen de manera transparente a quienes legítimamente deben ocuparlos.