Por Rodrigo Rivas
La aparición de socavones como el de avenida López Mateos y Periférico se debe a factores como la urbanización sin orden, que incrementa los escurrimientos de agua; advirtió el doctor en urbanismo, Arturo Gleason Espíndola, otros detonantes son la invasión de causes de arroyos que facilita la acumulación de agua y se genera un efecto embudo que provoca las socavaciones en el suelo.
En un análisis preliminar que realizó el especialista en temas hídricos y doctor en urbanismo de la Universidad de Guadalajara, se detalla que la zona de López Mateos y Periférico concluye con el cause del Arroyo Seco y del Arroyo El Garabato. El área ha tenido modificaciones constantes por el crecimiento de la mancha urbana y los cambios en escurrimientos en puntos como el Cerro del Tesoro, Las Fuentes, El Briseño; entre otros.
“Necesitamos hacer estudios integrales para entonces entender qué pasa con el agua en el subsuelo, de qué manera nosotros podemos rectificar los arroyos, si es que se puede. Esto no se puede resolver con la política actual de un colector o de hacer una mega planta, no, necesitamos irnos desde arriba donde se genera el escurrimiento, el escurrimiento es lo que la lluvia tocando el suelo escurre; cómo captarla de la mejor manera y ver dónde podemos poner trincheras filtrantes”, detalló.
El especialista ha planteado como una alternativa la habilitación de “corredores verdes” en las riberas de los ríos Atemajac, San Juan de Dios y Osorio; para tener áreas de infiltración de las aguas de lluvia desde las partes altas de las cuencas para reducir los escurrimientos que anegan calles y avenidas de la ciudad.
Los llamados corredores verdes consideran habilitar techos verdes, sistemas captadores de agua de lluvia en edificios y casas; además de jardines, áreas verdes en vía pública con canales empastados y trincheras filtrantes.
El doctor jalisciense, que trabaja actualmente en la Universidad Técnica de Berlín, refirió que en Guadalajara llueve alrededor de 800 y 1000 milímetros de agua al año. Haciendo un cálculo de lo que llueve en las tres cuencas, equivaldría a 454 estadios Jalisco al año, 877 metros cúbicos de agua. De eso, 60 por ciento, 565 millones de metros cúbicos se va al drenaje.
