Por Haremy Reyes
Ni el autismo ni la dislexia ni la discriminación pudieron impedir que la fortaleza y voluntad de un joven lograra terminar la carrera de Medicina, se trata de Andrés de Jesús González Macías quien no puede leer ni escribir más de 20 palabras pero se está graduando con excelencia como médico del CU Tonalá de la Universidad de Guadalajara.
“Conocí un caso porque me puse a buscar si había alguno parecido a mí, él tenía un problema parecido al mío pero como tal no tuvo terapia, pudo leer y escribir después de que llevó terapia, pero pasó su carrera sin poder leer ni escribir pero mediante trampa, estuvo bastante chistosa su historia, por ejemplo contaban que se robó un casillero con los exámenes de los profesores, fue de otro país mediante algunas mañas y trampitas que lo logró pero literalmente nadie se enteró.”
Complicado avanzar en la inclusión con la presencia de profesores que discriminan a personas neurodivergentes
Aunque en la Universidad de Guadalajara se han realizado esfuerzos para ser más incluyentes atendiendo alumnos con diferentes discapacidades, no se lograrán alcanzar los niveles de instituciones de primer mundo mientras existan profesores que siguen discriminando a quienes viven dentro de la neurodiversidad, advirtió Irene Macías, mamá de Andrés González, quien concluyó la carrera de Medicina pese a no saber leer ni escribir.
“Para mi gusto debería de considerarse un delincuente, para mí un delincuente es aquel que viola los derechos constitucionales, entonces si violas los derechos constitucionales eres un delincuente, entonces debería de tratarse como delincuente y debería de haber una sanción más equitativa porque si un alumno le falta el respeto a un maestro lo andan hasta corriendo, pero si un Maestro le falta el respeto a un alumno se justifican con que no conocía del tema y yo creo que también hay libros donde se puede documentar. El miedo no se me va a quitar, no se me quitó y no se me ha quitado, vivimos con miedo, pero lo importante es que no te dejes vencer por el miedo, yo pude con más limitantes que la mayoría, yo conozco muchos autistas, disléxicos y disgráficos, pero no que lo tengan todo junto.”
Sin embargo y pese a haber enfrentado tantos desencuentros los últimos cinco años, con Maestros y alumnos que discriminaron y hasta se burlaron de su hijo, Irene asegura que nunca dudó que lograría ser Médico y ahora tiene la certeza de que logrará su anhelo de estudiar la especialidad de paidopsiquiatría.
