Este miércoles 25 de enero, se cumplen 15 años de que el niño Miguel Ángel López Rocha cayó al Río Santiago, se envenenó y murió 19 días después, el 13 de febrero de 2008, en el Hospital General de Occidente. El representante del Foro Socioambiental, Enrique Lira, sostiene que poco se ha hecho para revertir la situación de contaminación de ese afluente, y agregó que también existe un bajo cumplimiento de las promesas del gobierno del estado Jalisco y de la Macrorecomendación que emitió la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), al respecto.
“Él murió en el canal de ‘El Ahogado’, tuvimos una reunión ahí donde murió el niñito y ahí no deben llegar agua de los municipios del Área Metropolitana de Guadalajara, que son cinco: Tlajomulco, Guadalajara Tlaquepaque, Tonalá y El Salto, llega el agua de esos cinco municipios ahí donde murió el niñito, ya debería estar limpio ese canal, que fue el primer causante de la Macrorecomendación 1/2009, porque cada municipio debe limpiar sus aguas, reutilizarlas y dejar que los ríos sean de lluvia y venero nada más, esa es la ley”, declaró.
Para los ambientalistas y activistas como Enrique Lira, quien es defensor de la Cuenca Río Santiago-Lerma- Chapala, Miguel Ángel murió debido a envenenamiento por arsénico al ingerir agua del río Santiago. Oficialmente, el parte médico del hospital indicó que el niño murió a causa de una infección generalizada, secundaria a una intoxicación por un “agente químico”, de acuerdo con los resultados de los exámenes de orina que se le practicaron a solicitud de las autoridades sanitarias de Jalisco, que localizaron una excesiva concentración de arsénico.
Elizabeth Rivera Avelar