• Vie. Nov 22nd, 2024

A las mujeres les cuesta más del doble de esfuerzo desarrollarse en el ámbito empresarial, pero se están abriendo brecha: Marina García

Por Elizabeth Rivera Avelar

Ser mujer en el espacio empresarial es difícil, como en el resto de los ámbitos, aunque actualmente aún son pocas las mujeres empresarias. “Las mujeres en la iniciativa privada se están abriendo brecha”, sostuvo la empresaria, emprendedora y dirigente empresarial Marina García, quien es la presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias Jalisco.

Explicó que la lucha por defender su espacio y posición la tiene que dar todos los días, incluso hasta tiene que pelear por el espacio en una foto de grupo.

“Entonces, mi posición tiene que ser más dura porque, de alguna forma, tengo que ser ejemplo para mis representadas. Entonces, ¿consideras que a ti te ha costado el doble de esfuerzo ser dirigente empresarial que a un hombre? Yo creo que más. Más del doble, sí. Los hombres, por cultura, no pueden ver, y ni siquiera los culpo realmente en un 100%, pero en su mente no pueden, no les cabe ver a una mujer en una mesa de trabajo, en eventos importantes”, manifestó.

Marina es la séptima de 10 hijos, cinco hombres y cinco mujeres. Su familia es originaria del estado de Michoacán, donde le surgió la inconformidad con la idea tradicional de que las mujeres debían servir a los varones.

Desde que era adolescente, aprendió que si no hablaba, nadie lo haría por ella y su voz no sería escuchada. Comenta con orgullo que esa iniciativa de querer que su voz se escuche ahora “la tiene donde la tiene”.

La actitud emprendedora surgió de niña, a la edad de los 7 años, vendió naranjas partidas con chile afuera de su casa; y en las canchas de fútbol y básquetbol, que estaban frente a su hogar vendía aguas y nieves raspadas.

Estudió administración de empresas en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). Al inicio de su vida laboral, trabajó en un banco, donde llegó a ser directora de una sucursal. Cuenta que en esa época, en las juntas con grupos de 100 a 200 directivos de la institución bancaria, apenas había una o dos mujeres. Relató que ahí aprendió a hablarles a los hombres en tono rudo, de la misma forma que ellos se expresan, para integrarse mejor en ese ambiente.

Posteriormente, inició un emprendimiento de venta de su propia marca de jabón, con el objetivo de generar sus propios ingresos sin descuidar a sus dos hijas. Luego trabajó durante diez años en un corporativo, donde tuvo un crecimiento profesional notable y llegó a ser directora de varias empresas y participó en la creación de varias compañías.

Enseguida se preparó en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE Business School); también ha estudiado en el Stanford University y en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde también fue testigo de la baja inclusión de mujeres. Indicó que en un grupo de 56 empresarios, 51 eran hombres y cinco eran mujeres.

Al egresar del IPADE vendió la casa, que había adquirido en el esquema de Infonavit, para invertir el dinero en la creación de su propia empresa. Al principio tuvo dificultades y después repuntó.

Actualmente tiene varios negocios exitosos, es dueña de un conglomerado de empresas, es proveedora de la iniciativa privada y pública, vende insumos y servicios.

“Te voy a decir qué me caracteriza y por qué soy exitosa: porque como soy mujer, tengo valores, tengo principios, entrego bien, entrego a tiempo, con calidad, y si te prometo, te lo cumplo; y si no lo puedo hacer, te digo que no lo hago”, expresó.

Para ella no hay un “no”; si alguien le da una respuesta negativa, ella responde una y otra vez que “sí se puede”, porque “somos mujeres sobrevivientes”.

Compartió que en el sector empresarial es determinante “conocer el ecosistema del dinero”, saber cómo hacer dinero y cómo emprender. Explicó que, debido a esa mentalidad, muchos empresarios que quiebran se vuelven a levantar.

Considera que hace falta que las mujeres sean más visibles en el sector privado. Por ello, busca preparar a las mujeres empresarias y altas ejecutivas que estén en lugares de toma de decisiones en los sectores públicos y privados, tanto en habilidades duras como blandas.

“Más vale hecho que perfecto. ¡Hazlo! Si no está perfecto, y está mal, o lo que sea, es mejor, porque ya lo hiciste. Poco a poco, vamos ganando terreno”, es una filosofía que comparte para animar a sus colegas.

Comentó que le gustaría ver llegar a las mujeres a dirigir las cúpulas empresariales y espera que haya un momento en el cual ya no exista necesidad de tener consejos exclusivos de mujeres, y que sean tanto de mujeres como de hombres.

“Tiene que haber un momento en el que ya no existan, y que convivamos y nos crucemos como iguales”, anotó.

Indicó que la perspectiva de las mujeres es diferente y aporta mucho a la toma de decisiones. Refirió que hay muchos miles de millones de pesos que se ejercen en temas de mujeres, sin la perspectiva de género o sin tomar en cuenta el punto de vista de las mujeres.

En el contexto del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, el Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias que ella dirige realizará el día 10 de marzo una capacitación especial para mujeres, sobre política y empoderamiento.

Por Elizabeth Rivera Avelar

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