La abogada y activista Blanca Paredes, quien ha denunciado violencia vicaria ejercida en su contra por parte de su expareja, el magistrado desaforado, José de Jesús “N”, a quien también acusa de no dar la manutención de sus dos hijos, se manifestó hoy junto con otras mujeres que piden justicia por distintos casos, frente a Palacio de Gobierno, edificio que clausuraron de forma simbólica y dónde colocó cascarones de huevo con consignas.
“Acordonamos todo Palacio con cinta amarilla, que dice ‘prohibido el paso para las autoridades’ con la intención de cerrar el palacio, porque la verdad es que si no hay quien gobierne para qué mantener un Palacio de Gobierno donde se gasta muchísimo dinero, que es de todos los ciudadanos, si realmente no tenemos quien gobierne, no hay división de los poderes, al final de cuentas si vamos con el Poder Judicial, con el Poder Legislativo esperan a que el gobernador del estado de Jalisco, Enrique Alfaro les dé la orden para que puedan proceder”, reclamo.
La activista puso por ejemplo el caso de la ley contra la Violencia Vicaria, la cual lleva dos años en la congeladora pese a que el Congreso del Estado de Jalisco está conformado por la mayoría de integrantes mujeres.
Blanca Paredes indicó que las autoridades han sido omisas ante sus denuncias de casos de violencia psicológica, física, económica, sexual y vicaria y sólo intentan disfrazar las cifras de violencia.
Las mujeres exigen ser recibidas por las autoridades ya va para dos años atorada la ley vicaria y pese a que la mayoría son mujeres siguen controladas por una persona entonces la ley vicaria sigue atorada entre otras leyes que protegerían no solo a las mujeres sino también a la niñez.
Dijo que están hartas de que la violencia institucional que es la que colabora para que todos los tipos de violencia siguen existiendo, y por eso hay juicios de dos, o tres años que se siguen alargando.
Como parte de la protesta las inconformes instalaron cascarones de huevo en las vallas que resguardan el edificio estatal con leyendas contra la violencia vicaria y con frases críticas de las autoridades.
Elizabeth Rivera Avelar