Por Rodrigo Rivas
La crisis forense en Jalisco ya se convirtió en una enfermedad crónica, señalaron familiares de personas desaparecidas que participaron en una reunión realizada en el Congreso estatal. Representantes de diferentes colectivos coincidieron en que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses sigue saturado y sin capacidad de mejorar sus procesos; solicitaron que se haya un trato más humano y mayor empatía del personal que los atiende. Habla Martha Leticia García Cruz, del Colectivo Entre Cielo y Tierra.
“Pues Jalisco atraviesa por una crisis forense desde hace años, que ya pasó de ser una crisis hacer una enfermedad crónica; con las crisis forenses también se han materializado violaciones a los derechos humanos de las personas fallecidas y sus familiares. La acumulación de cuerpos de personas fallecidas sin identificar y la saturación de las labores forenses, son un escenario crítico ante la necesidad de mejoras”, expuso.
Otros cuestionamientos fueron sobre la operación del Centro de Identificación Forense y al manejo de los casos considerados de larga data.
Se denunciaron casos en Lagos de Moreno donde se pedía a las familias pagos de 40 mil pesos para entregar cuerpos. También manifestaron preocupación por la disposición final de los cuerpos sin identificar y el manejo y saturación de los panteones forenses.
Al comenzar la reunión hubo discrepancias entre algunos representantes de colectivos sobre cómo realizan las búsquedas y si algunos pueden alterar indicios cuando localizan fosas.