• Vie. Nov 22nd, 2024

Mujeres, el sector más excluido y el más violentado en derechos laborales

Foto: Andrea Murcia / Cuartoscuro

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza manifestó que las raíces de la desigualdad están en la economía, ya que las mujeres son el sector más excluido del sistema laboral, el más violentado en sus derechos a un trabajo digno y están sin ingresos suficientes que les permitan superar la pobreza, ya que más de la mitad de las mujeres ocupadas (13.2 millones) tienen trabajos informales y más de la cuarta parte (6.1 millones) trabajan en condiciones críticas, indicó la responsable de Articulación e Innovación de la asociación, Paulina Gutiérrez.

“Estas situaciones de exclusión y precariedad laborales son una violación al derecho humano al trabajo de las mujeres y además son causa de otras desigualdades como por ejemplo en el acceso a la salud, a una vivienda digna, al tiempo libre, e incluso a la participación ciudadana y política”, explicó Paulina Gutiérrez, responsable de articulación e innovación.

La organización dio a conocer el reporte especial titulado “Raíz económica de la desigualdad: Exclusión y precariedad laborales para las mujeres en México” que refiere que en el país hay 21.5 millones de mujeres en edad de trabajar excluidas del trabajo: 4.4 millones están desempleadas, buscando trabajo o disponibles y sin impedimento para trabajar. Además, hay 17 millones que no están disponibles debido a que realizan labores de cuidado y domésticas, sin remuneración. Estas labores no remuneradas tienen un valor económico equivalente a 26 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) del país, y aun así se les cataloga como población “no económicamente activa”.

La asociación Acción Ciudadana Frente a la Pobreza destacó que tomando en cuenta estos indicadores de 2005 a 2022, en estos 18 años la proporción de mujeres no disponibles por labores de cuidado y domésticas pasó de 98% a 93%; es decir, apenas bajó cinco puntos en casi dos décadas. A ese ritmo, al país le tomaría otros 16 años bajar a 90% (en 2038) y hacia el inicio del Siglo XXII, en el año 2100, podría llegar apenas al 70%.

“La desigualdad que violenta los derechos de millones de mujeres en México tiene una raíz económica: carecen de ingreso propio por no tener trabajo o, peor aún, por no poder salir a buscar trabajo y carecer del ingreso suficiente para cubrir las necesidades básicas, lo cual les impide superar el umbral pobreza. En sí mismas, estas situaciones de exclusión y precariedad laborales son una violación al derecho humano al trabajo de las mujeres y, además, son causa de otras desigualdades como, por ejemplo, en el acceso a la salud, a vivienda digna, al tiempo libre e, incluso, a la participación ciudadana y política”, afirmó Paulina Gutiérrez, integrante de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Agregó que las mujeres tienen una participación laboral de 40%, pero aportan el 60% del desempleo. En realidad, la tasa de desempleo de las mujeres es de 15.7%, considerando tanto a las desocupadas como a las disponibles, mientras que la tasa general de desempleo es de 11%.

Con trabajo, pero precarios

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza refirió que los datos del INEGI señalan que además de las mujeres excluidas, hay 23.6 millones de mujeres con trabajo, pero 7 de cada 10 (16.3 millones) carecen de ingreso suficiente para superar el umbral de pobreza y 6 de cada 10 (14.1 millones) trabajan sin acceso a los servicios de salud y protecciones de seguridad social.

Más de la mitad de las mujeres ocupadas (13.2 millones) tienen trabajos informales y más de la cuarta parte (6.1 millones) trabajan en condiciones críticas.

Puntualizó que si solo nos enfocamos en quienes tienen trabajo formal, de 8.4 millones de mujeres registradas en el IMSS, 4 millones, casi la mitad, carecen de ingreso suficiente, para superar el umbral de pobreza. Pese a lo que se cree, casi 6 de cada 10 de las mujeres con trabajo formal y sin ingreso suficiente, trabajan en grandes y medianas empresas (57%).

En total hay 28.4 millones sin ingreso laboral propio, sumando a mujeres excluidas y a las que tienen ingreso cero, lo cual las coloca en condiciones de mayor riesgo y vulnerabilidad.

Un dato que dijo es muy preocupante es que México ocupa el lugar 145 en una lista de 179 países por su baja tasa de participación laboral de las mujeres. La exclusión de las mujeres del trabajo remunerado es mayor a muchos países de América Latina y el Caribe, así como de la OCDE y otros países de ingreso medio alto, como México.

Es por ello que, ante este panorama, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza se sumó a las propuestas para construir un sistema de cuidados, público y de calidad, progresivo e integral, que permita la incorporación de las mujeres al trabajo remunerado, a la vez de que garantice el interés superior de la infancia y el derecho al cuidado para todas las personas que lo requieran.

Elizabeth Rivera Avelar

Por Elizabeth Rivera Avelar

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