China anunció un incremento arancelario del 84% al 125% sobre todos los bienes importados desde Estados Unidos, en respuesta a las recientes medidas de Washington, y aseguró que desestimará futuras tasas al considerarlas sin impacto económico real.
El Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado acusó a EE.UU. de actuar con “unilateralismo coercitivo” y advirtió que la paciencia de Pekín tiene “límites”. Según el gobierno chino, los productos estadounidenses han perdido competitividad en su mercado, por lo que nuevos aranceles ya no tendrían efecto.
La escalada comercial ha llevado la tasa total sobre productos chinos en EE.UU. hasta un 145%, tras una serie de represalias mutuas.
El Ministerio de Exteriores chino reiteró que no desea una guerra comercial, pero “tampoco la teme”, e instó a EE.UU. a cesar sus presiones si busca un diálogo real.
En paralelo, el presidente Xi Jinping reafirmó su compromiso con el multilateralismo durante una reunión con el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, y llamó a Europa y Asia a rechazar las políticas proteccionistas.
China también anunció una gira diplomática de Xi por Vietnam, Malasia y Camboya, como parte de su estrategia para fortalecer alianzas en el sudeste asiático ante la creciente tensión con EE.UU.